Cuando las personas piensan en aumentar el valor de su vivienda, a menudo piensan en grandes reformas: nuevas cocinas, baños o jardines. Pero hay una mejora sorprendentemente sencilla y rentable que a menudo se pasa por alto: iluminación en la puerta principal.
 
    
                             
    
                             
    
                             
    
                             
    
                             
    
                            